Los niños tienen que vacunarse durante varios periodos de su vida hasta que alcanzan los 14-16 años de edad, unas vacunas necesarias que le ayudarán a tener todas las defensas que necesiten.
Sin embargo, no se debe vacunar a un niño en determinadas situaciones como son:
- Si se tiene una enfermedad infecciosa aguda como: Sarampión, tuberculosis, hepatitis.
- Si padece alguna enfermedad crónica en fase activa o descompensada como: Cardiopatía, nefropatía, alergia.
- Si es alérgico a alguno de los componentes de las vacunas como: Huevos, antibióticos, conservantes.
- Si está con tratamiento con: Corticoides, inmunosupresores.
- Si ha recibido tratamiento en los 3 últimos meses con: Plasma o sangre fresca, gammaglobulinas, inmunosupresores.
- Si padece: Leucemia, tumores, enfermedades que afecten al sistema inmunitario.
- No se recomienda aplicar el componente contra la "Tosferina", si padece:
- Una enfermedad neurológica progresiva o evolutiva,
- Ha padecido convulsiones anteriormente.
Eso sí, las vacunas debemos ponérselas…
- Aunque tenga una enfermedad leve como catarros comunes, sin fiebre.
- Aunque padezca una enfermedad crónica si está estabilizada, como:
- Cardiopatía congénita.
- Nefropatía.
- Diabetes sacarina controlada.
- Alergia.
- Aunque sea alérgico a:
- Leche y proteínas vacunas.
- Polvo, polen y hongos.
- Colorantes.
- Aunque esté en tratamiento con:
- Vitaminas.
- Antibióticos y/o mucolíticos.
- Expectorantes.
- Antidiarreicos.
- Hierro.